Dato de color: el día que salió esta nota bajaron las alarmas de incendio del Colón. No había ningún incendio.
Se reserva la identidad de las fuentes por pedido de ellas mismas.

“Ha habido cócteles, desfiles privados, la presentación de un trago Negroni con vedettes subidas al escenario. Este señor dispone del Teatro Colón cuando se le antoja”

“Ha habido cócteles, desfiles privados, la presentación de un trago Negroni con vedettes subidas al escenario. Este señor dispone del Teatro Colón cuando se le antoja”

Ha habido cócteles, desfiles privados, la presentación de un trago Negroni con vedettes subidas al escenario. Este señor dispone del Teatro Colón cuando se le antoja”.
El flamante Director del Teatro Colón, Jorge Telerman, podría representar una bocanada de aire fresco frente a la decadencia cultural de la casa porteña de la ópera, pero antes de poder respirar ese aire debería llamar a un fumigador profesional para limpiar el nido de ratas que deja la gestión de María Victoria Alcaraz.
Desde la asunción de Alcaraz como directora del Teatro, la importancia de la dirección artística parece haber tomado un rumbo un tanto escabroso, diluyéndose entre shows “populares” y contratos, cuanto menos, cuestionables que no se acaban con un cambio de cabezas. Enrique Diemecke, director general artístico, es uno de los jerarcas que con sus múltiples viajes al exterior habría dejado el Colón en las pringosas manos del verdadero patrono tras bambalinas: Martín Boschet, director ejecutivo y al mismo tiempo proveedor desde el Grupo ARS que gerentea junto a su esposa Liana Vinacur. Una incompatibilidad total con la Ley de Ética Pública.

Boschet, experto en marketing formado en las filas de la agencia publicitaria Grey, se fue escandalosamente del teatro en 2008, luego de que se hiciera público que cobraba el doble del salario máximo impuesto por el GCBA para su categoría. La gota que rebalsó el vaso y lo impulsó fuera fue gestionar la presentación de unas zapatillas Converse en el Centro de Experimentación, un acto totalmente ajeno a la tradición cultural de tal casa.
¿Por qué retoma su cargo (y abultadísimo sueldo) en 2016? Según fuentes del teatro, inflar sus bolsillos, los de Alcaraz y la caterva de amigos productores que habrían montado un teatro paralelo de lo más variopinto. Star Wars, Disney, La Berisso, Colón para Bebés, Colonia de vacaciones, son solamente algunos de los dudosos espectáculos que se subieron al escenario junto a las cantantes líricas y el cuerpo de bailarinas.
Benito Alcocer Flores, asistente y representante de Diemecke, es uno de los implicados que comenzó como director de la Filarmónica en 2010, cargo del que fue destituido al corto plazo. Regresaría en 2019 con un exorbitante contrato por 432 mil pesos bimestrales. La indignación habría sido tal ante la publicidad de semejante cifra que fue luego rebajado a 112 mil.
Dos años antes, en 2017, supuestamente sin siquiera estar en el país, Alcocer fue beneficiario de cuantiosos contratos por la dirección artística de varias óperas.
Taja Producciones es la productora del Festival Únicos que viene dando desde hace años shows populares en el teatro, con la dirección de Avelino Tamargo, ex legislador del PRO. Hasta mitad de año habría contratados shows privados con entradas por miles de pesos. Todos negocios aprobados directamente por la dirección ejecutiva de Boschet, pasando por alto a las direcciones artística y administrativa que, a diferencia de su cargo, sí se encuentran en la nómina del Colón.
Con la excusa de “democratizar” y “abrir el Colón a la sociedad” se ha diluido la función primordial del teatro que según la Ley de Autarquía es “la creación, formación, representación, promoción y divulgación del arte lírico, coreográfico, musical — sinfónico y de cámara — y experimental”. Democratizar la cultura no es hacer este tipo de negocios ajenos a un teatro público y de la talla del Colón, lo sería tal vez ofrecer abonos para estudiantes y entradas accesibles para las temporadas del ballet estable, la filarmónica y la ópera.
Estos shows populares no ponen en riesgo solo la tradición cultural del teatro, sino también su condición edilicia. Por ejemplo, circulan videos del show de la Beriso con sus asistentes saltando en los palcos y generando daños en las plateas. Sin ir más lejos, el festival Únicos presentó en 2018 al DJ Hernán Cattaneo, que habría llegado a superar los 105 decibeles de intensidad, cuando el máximo que puede soportar el salón para no sufrir daños es de 90.
“Quitar a Alcaraz y dejar a todo el resto es un despropósito, es lo mismo que continuar todos los negocios, todas las empresas vinculadas a estos eventos pasan por este señor (Boschet)” afirmó una fuente de alto cargo dentro del teatro. No se estaría respetando tampoco la programación que debería tener éste como teatro público. “Cancelan espectáculos, no devuelven el dinero de los abonos o los devuelven tardíamente con la moneda devaluada. Es una degradación que está llegando a límites intolerables” sentenció.
El Teatro Colón araña el 40% de la recaudación pública destinada a cultura de la Ciudad, con presupuestos más altos que Hábitat y Vivienda. ¿Cómo puede ser que se utilice el erario público para negocios privados? “Ha habido cócteles, desfiles privados, la presentación de un trago Negroni con vedettes subidas al escenario. Este señor (Tamargo) dispone del Teatro Colón cuando se le antoja”. Se ha convertido efectivamente al que debería ser un teatro de primer nivel en el mundo en un Salón de Usos Múltiples para el goce y recaudo económico de algunos.
Santiago Talledo, empleado de Boschet en el Grupo ARS, sería otro de los beneficiarios de contratos por “coordinación de la producción de la OFBA”. ¿Audiovisual la filarmónica? Sí, así como leen. Según fuentes del teatro, fueron directamente a la Dirección Ejecutiva de la OFBA a preguntar por el nuevo compañero. No lo conocía nadie.
Caso más extraño el de Diego Armengol, supuestamente protegido por la gremialista de SUTECBA y proveedora del Colón Andrea Merenzón: Armengol ostentaría dos cargos públicos al mismo tiempo, estando a la vez en la Orquesta Sinfónica Nacional y en la Estable del teatro. Constitucionalmente, nadie puede acumular dos o más empleos o funciones públicas rentados.
Quienes no están de acuerdo con esta dirección paralela del teatro en manos de Boschet se tienen que ir, comenzando por la escandalosa salida de Paloma Herrera, ex Directora del Ballet Estable, luego de denunciar el mes pasado que le querían imponer un cuerpo de bailarinas sin la capacitación necesaria. Este mediático conflicto se dio directamente entre Herrera y Boschet, ¿quitar a María Victoria Alcaraz es la respuesta correcta? No es un mal comienzo, pero mientras todos sus subalternos del teatro paralelo sigan en sus cargos, no puede haber un verdadero cambio.
También habría tenido que retirarse de su cargo MJ, luego de no querer aceptar pasar un porcentaje de su sueldo a Elisabeth Sarmiento de la Dirección de RRHH. Habría muchos casos de empleados que cobran un sueldo y luego deben devolver una parte de él. Sarmiento y su hija María Fernanda Sarricchio son también conocidas por dar capacitaciones laborales para el PRO.
Lucas Ariel Bustos, muchacho vinculado a la danza y quien sería sobrino de Boschet, también se vio beneficiado con cuantiosos contratos para la temporada de danza del ISA.
Quien habría arrancado como coordinadora de giras del Colón Federal, Sonia Stigliano, se fue moviendo de cargo en cargo con distintos contratos a su nombre: Investigadora del Plan Anual del Colón Federal y finalmente Asistente del Coordinador General Artístico. ¿Cuál es el problema? Según altos directivos del teatro, en el 4to piso donde funciona la Dirección Artística al mando de Diemecke, nadie la conocería. Ni siquiera su secretaria AM.
Otro eyectado por no cumplir con las extravagantes exigencias de Boschet y asociados sería F, quien luego de ser presionado por Andra Morbelli, secretaria de Diemecke, para firmar una orden de compra por $7.298.000, se negó por no haber hecho ningún pedido de compra de cuerdas para los músicos. Pedido de licencia y finalmente dado por despedido, revela que solo había elevado dos marcas meses antes, y en la compra que llegó no coincidían ni las marcas ni con la orden de compra elevada.
Por supuesto, toda la asistencia de estas estructuras paralelas a la función del Teatro, deben ser atendidas por el equipo técnico del Colón, quienes además continúan trabajando en la verdadera temporada de ópera y ballet, esmerilados por tener que seguir las directivas de estos personajes ajenos a la cultura.
El ISA, por ejemplo, desalojado del teatro y supuestamente mudado a un sucucho de oficinas sin siquiera agua para que los bailarines tomen una ducha. La camerata del mismo, retirada de su beca y utilizada como show con propósitos electorales. Los talleres, también desalojados. Los músicos retirándose a tocar a Parque Centenario porque el escenario estaba ocupado por Los Palmeras. Funciones privadas de Pan American Energy gestionadas por Grupo ARS, presentaciones de productos de empresas. Todo vale.
Algunas de estas creaciones habrían permitido contratar por altas sumas de dinero a FUNDECUA, la productora de la gremialista Andrea Merenzón y directora de Radio Nacional, contratada para realizar shows para niños en el Centro de Experimentación. Así también habría Alcaraz encontrado la manera de apartar al director del CETC, que consideraría un espía macrista opositor a la política de virtual privatización del teatro de Boschet y amigos, gente fiel al Jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta.
Finalmente, esta nota de varios trabajadores del Teatro se hizo pública entre círculos de amantes de la cultura: es desesperante.
¿De qué sirve cambiar la dirección del teatro si toda la estructura paralela y ajena a las funciones primordiales del mismo sigue manteniendo el poder? Jorge Telerman tiene un gran desafío por delante si decide hacer un verdadero cambio de rumbo. De lo contrario, nos encontraríamos de vuelta ante otra María Victoria Alcaraz, dejando ser y dejando pasar los oscuros negocios del oscuro personaje Martín Boschet y asociados. Es urgente repensar la dirección que va a tomar el Colón antes de seguir con su total desmantelamiento. El Masterplan no funcionó, antes de intentar restaurar el teatro hay que limpiar la mafiosa gestión paralela.
Este artículo fue publicado el 16 de marzo de 2022 en La Derecha Diario
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